Yeah, I'm feeling good tonight, finally doing me and it feels so right, oh,Time to do the things I like, going to the club everything's alright, oh,
No one to answer to, no one that's gonna argue, no,And since I got the hold off me, I'm living life now that I'm free, yeah,better days are gonna get better
I'm so sorry that it didn't work out I'm moving on,I'm so sorry but it's over now, the pain is goooone,I'm putting on my shades
to cover up my eyes,I'm jumpin' in my ride, I'm heading out tonight,I'm solo, I'm riding solo, Now I'm feeling how I should,
never knew single could feel this good, oh,Stop playing miss understood, back in the game, who knew I would, oh,
So flex how I spread my wings, loving myself makes me wanna sing

domingo, 4 de octubre de 2009

no soy la princesa de cristal


Hace mucho tiempo, en un reino muy muy lejano existió una Princesa, pero no una Princesa cualquiera. Esa Princesa nunca sonreía, su padre, el Rey, había intentado por todos los modos que lo hiciera, pero no tuvo éxito. Lo que le faltaba a la Princesa era un Príncipe, y había tenido ya algún pretendiente, pero siempre se quedaba esperando a que llegara... El problema que había era el reino de su padre, la Princesa vivía en el reino Fin del Mundo. El padre siempre la decía que hizo de aquello su reino por ella, porque decía que si algún Príncipe la quería de verdad sería el que iría al Fin del Mundo a por ella a conseguir su amor. La Princesa, harta de escuchar siempre la misma excusa se cabreaba con su padre y pasaba mucho tiempo en su habitación, sola y sin nada que hacer. Así pasaron los años, sin ningún Príncipe que fuera a por ella, y cada día creía menos en el amor, ¡Tampoco podía ir a buscarlo! vivía alejada de todo... hasta que un día llegó una noticia:

Un Príncipe se había enamorado de la Princesa, y todo gracias a su Padre, que muchas veces había hablado de su hija a sus amigos.

La Princesa no se lo creyó, pensó que sería como los demás, que no sería capaz de llegar hasta su reino porque en realidad todos los Príncipes son iguales y ninguno merece la pena, aparte, ella estaba genial sin tener que hacer nada, ni preocuparse de ningún Príncipe...
Esa noche no durmió, aunque decía todas esas cosas deseaba que ése fuera su Príncipe, deseaba que llegase ya y la rescatara de aquel lugar y que la hiciera feliz...

Pasaron los días, y no había noticias de él. Empezaba a perder la esperanza, aunque su Padre la consolaba diciendo que es un gran viaje el que hay que hacer para llegar al reino. No se equivocaba.

El Príncipe estaba de camino, había tenido que luchar contra muchos otros Príncipes, había tenido que luchar contra dragones y también salvar a algunas doncellas que se habían perdido por el bosque, todo eso hacía que se retrasara su llegada, pero él estaba dispuesto a llegar hasta el final para conseguir el amor de la princesa..., y por fín... llegó el gran día.

Después de muchos meses de espera llegó al reino Fin del Mundo, ¡Por fín vería a la Princesa! todo el mundo sabía que ya había llegado y le recibieron lo mejor que pudieron. Una vez en el castillo vió al Rey y le dió un gran abrazo, hablaron de esto y de aquello y de lo de más allá, el Rey estaba muy feliz. La Princesa no sabía nada de todo esto, porque era una sorpresa, así que ella estaba en el jardín cuidando de las flores, que era lo que más la entretenía.
El Príncipe la vió y fue a saludarla. Al principio los dos se quedaron callados, pero enseguida la Princesa le preguntó quien era...

" soy tu Príncipe y he venido a por tí, siento no haberte traído un regalo de mi reino, la verdad es que no tuve tiempo de preparar nada porque en cuánto me enteré de tu existencia me puse de camino hacia aquí... pero creo que no hay mejor prueba de mi amor que está... que por tí iría al Fin del Mundo..."

La Princesa se puso a llorar de lo feliz que estaba y abrazó al Príncipe, a su Príncipe, al que había esperado toda su vida, al que le haría feliz cada día hasta que se muriera... al que le juraría amor eterno...

Por eso... por muy lejos que esté la persona que os haga feliz... teneis que luchar por ella, porque en el amor no hay distancias ni nada más fuerte que el amor entre dos personas. Y si teneis miedo, luchad, porque al final las cosas tienen recompensa...


Que quien no arriesga no gana :)

¿Es más optimista o no?