Escapemonos juntos donde nadie jamás nos pueda encontrar,donde estemos al fin solos en compañía de la naturaleza.
Tú comprarás una casa en el campo de madera alejada del mundo con un gran porche donde comeremos fresas hasta el atardecer y zumo de naranja mmmmm...
Por la noche nos tumbaremos a contar estrellas y si nos sorprende una estrella fugaz pediremos un deseo.Pero lo mejor viene después...
Después tú me abrazaras y rozaras mis labios con sabor a fresas mezcladas con zumo de naranja.Me llevarás en brazos hasta la cama como a una frágil princesa,pero no,no sucederá.Las princesas a veces también se resisten.
Cada día haremos algo diferente.Por la mañana desayunaremos juntos tostadas con miel.Saldremos a bañarnos a un lago a plena luz del día y ataremos una cuerda a un árbol para utilizarlo como balancin y poder tirarnos de golpe al agua como dos locos enamorados.
A la noche escucharemos Arctic Monkeys horas y horas dentro de la bañera.
Beberemos champán,del bueno, y llenaré la bañera con mucha espuma hasta que nos cubra por completo.
La cogeré con las dos manos y te la extenderé por toda la cara pero tranquilo que soplaría para dejar un hueco justo en tu boca para poder besarte y así llenarme yo también de espuma.Sería divertido ver nuestras caras después de esto.
A la mañana siguiente me despertaría hambrienta y te empezaría a comer el cuello hasta que te acabarías despertando y entonces serias tú el que me comiera.
Tú,mi lobo feroz,yo,tu caperucita inocente que mancha tus mejillas de carmín.
Esta vez desayunariamos en el campo con un mantel azul cielo y yo con la cestita de mimbre,pero esta vez sería para nosotros no para la abuelita,aunque la habría encantado la idea de comer tarta de cerezas con zumo de piña colada con algún que otro hielo por si llega a calentarse.
Después iríamos a andar un rato por un camino rodeado de hierba alta,verde,tan verde como tus ojos al sol de verano.
Subiría a tu espalda y echarías a correr como un loco,como sino te conociera.
Me oirias gritar detrás tuyo riéndome a carcajadas.
Me acercaría despacio hacia tu oido susurrandote lo feliz que soy contigo,aquí sientiendo el viento en mi cara y casi casi rozando el cielo con la mirada.