Me siento como el ave a la que le han quedrabo las alas poco a poco, hasta llegar al punto de permanecer estatica y sin ganas de volar, pues le resulta demasiado doloroso el querer alzar sus alas de nuevo, sin embargo muy en el fondo de su pecho, no se ha extinguido por completo su espiritu de libertad .
Hace poco que comenzo a escuchar de nuevo esa vocecilla que siempre le decia y le daba animo para soñar, para volar, para ser feliz. Tuvo miedo y creo que aún lo tiene ha permanecido tanto tiempo en el suelo que casi ha olvidado como se siente estar allí arriba.
Hace poco que comenzo a escuchar de nuevo esa vocecilla que siempre le decia y le daba animo para soñar, para volar, para ser feliz. Tuvo miedo y creo que aún lo tiene ha permanecido tanto tiempo en el suelo que casi ha olvidado como se siente estar allí arriba.
Pero hoy de nuevo su espiritu de libertad le dice “hey vamos, las cosas no tienen por qué ser así, también pueden ser bellas y se pueden disfrutar”
“durante mucho tiempo me has evadido, pero ya no más, yo estoy aqui ten el valor de escucharme”
“durante mucho tiempo me has evadido, pero ya no más, yo estoy aqui ten el valor de escucharme”