Apuesto a que él nunca leerá esto...
entre otras cosas proque no importa, ni a él ni a nadie, esto sólo son pedazos de mis pensamientos y de lo que he sentido y sigo sintiendo.
No quiero que este blog tenga un millon de seguidores ni tampoco algo que la gente le guste leer.
Porque esto no es una novela épica. Esto es lo que yo siento, lo que no me atrevo a contarle por miedo. Algo que nadie sabe y sin embargo es un secreto a voces.
Si, hemos estado juntos.¿Contentos ahora? Ya lo sabéis, ya me dejaréis tranquila y en paz.
Y fui yo la que corté, por mi estupidez, mi inseguridad y por hacerle caso a la razón y no al corazón.
Estupideces fueron lo único que cometí. Supongo que no es para mí. Al igual que tampoco es para mí el mero hecho de ser algo feliz. No pido felicidad absoluta, solo pedía un gramo de felicidad a cambio de 525 gramos de años de pasarlo mal.Un gramo que no se me concedió.
Por todo y por nada a la vez, porque nadie me ha conseguido entender todavía, nisiquiera yo. Y aún así, él es capaz de leerme como a un libro abierto, pese a que intento cerrarme con candado de 9 llaves.
¿Por qué justo 9? Porque es su día. Así de sencillo.Las cosas mas complejas acaban siendo las más simples. Nadie, hasta ahora, ha sido capaz de tener la suficiente paciencia como para conseguir quitarme todas las capas que me esconden, y sin embargo ahora me estoy abriendo a un espacio público.
Pero eso es porque aquí nadie puede juzgarme, ni llegar más lejos de un comentario hacia mí.
Miedos, inseguridad, tristeza... demasiados contras en la ecuación. no fui capaz de resolverla. La razón me decía que lo dejase todo, que no valía la pena porque luego estaría peor. ¿Y qué hice yo? Hacer caso a la razón. Hacer caso a la gente. Hacer caso a todo menos a lo que mi corazón decía. Menos a lo que mi corazón sigue recordándome ahora con cada maldita punzada y puntapié que me da cuando le veo.
No soy la que era antes. No soy capaz de pasarme una semana entera sin discutir con él.
A decir verdad, creo que nunca fui nada suyo. A cambio de eso, yo quería estar siempre con él. Ha sido el más importante. Absoluta y claramente, el más importante. Y a la vez, el más corto. Before I fall, make it last. Abrazos abrazos y más abrazos como una desesperada porque era la única forma que encontraba de sentir que era algo real, que no era una cosa que mi imaginación se había creado para mi uso y disfrute. No no. Y aunque es un tema demasiado incómodo, necesito hablarlo con él, y él se da cuenta de eso, y no pone pegas.
Pese a que sé, que yo no he sido la única que lo ha pasado mal. O al menos eso es lo que me esfuerzo en pensar. Quiero, quiero. . . tantas cosas quiero y a la vez nunca las consigo.
Me empeño sin poner empeño en chorradas inexistentes en un vacío de ensueño en el que nada es triste, nada es feo, nada te hace daño, y a la vez, la nada te carcome por dentro.
Y hay aun muchas cosas que no sabe de mí, pero también hay tantas que solo con él comparto. Yo ya no creo que nada pueda ser igual, para él sólo existe inés. Lo sé.
Me duele, pero lo sé y lo entiendo. Nunca se lo pienso echar en cara, porque sé que ella es su diosa.
Pero ella no le quiere, ella quiere verme a mi feliz. Y yo me odio por eso, porque creo que si ella y yo no nos hubiésemos hecho tan amigas, a lo mejor, él podría estar con ella, y estaría feliz. A mi costa, sí. Pero prefiero mil veces perderme yo por el camino, que dejarlo a él estancado. Yo ya sé encontrarme por los bosques, él no debe ni intentarlo.
Despecho, despecho y más despecho. Y aún así, la culpa fue mía. La mala de la película soy yo, y no él. Porque fui yo la que me dejé llevar, la que lo tomaba todo con segundas intenciones. Porque mi naturaleza es así, soy desconfiada porque me han hecho serlo, porque la vida me ha molido a palos y he tenido que levantarme del suelo, sí o sí.
El amor no es lógico. El amor es sólo amor. Nada más. Yo me empeñé en buscarle el significado exacto. Me empeñé en atosigarle, en no darle su espacio. Es mucho más fácil estar con alguien porque sí. Como en primaria, cuando nos hacíamos novios porque nos daba la real gana y jugábamos a príncipes que rescataban a sus princesas de las garras de un achispado dragón rojo. Pero esto no es un cuento de hadas. Esto es la vida real. La vida pura y dura. Aquí no hay cuchillos, porque las palabras son suficientes para herirnos de muerte. No hay escudos, porque no se puede hacer de tripas corazón. No hay castillos ni doncellas atrapadas en ellos, porque sólo con encerrarte en tí misma vale.
Y desde luego no existen los príncipes, porque a la hora de la verdad, la culpable de no haberte librado del dragón rojo eres tú. Y no ellos. Que para eso son azules, y el rojo y el azul no pegan.
Menta con chocolate. Esos sabores pegan.
Los que no pegamos somos nosotros. Porque somos como la leche y el petróleo. La leche alimenta, es blanca, pura y escurridiza. Es necesaria para vivir.
El petróleo es negro, viscoso, innecesario. No sirve para nada más que para la destrucción de todo lo que le rodea.
Yo soy el petróleo.
Además, no soy una modelo, al contrario que ella. Rubia, guapa, ojos azules. . . en definitiva, perfecta para él. Le gusta todo de ella. Vaya, qué gran noticia, aunque esa ya me la sabia antes de que me lo dijeras.
Me encantaría poder chillarle que me duele, que me duele y que me duele. Pero que le quiero le quiero y le quiero y que no me importa cuánto me duela porque le seguiré queriendo.Y no le he mentido cuando le he dicho que ya no me gusta, porque es cierto. Ya no me gusta, porque en realidad me gustó sólo al principio. El problema esque le quiero. No le encuentro otra explicación a todo esto más que la que ya sabía.
Me tiene absolutamente encandilada. Y no porque haga nada, su mera presencia es lo que me tiene así.
Pensé que iba a ser más dificl escribir esto, pero una vez que empiezas no parece que puedas parar.
Él es, cómo explicarlo, un diario personalizado, a tu gusto, que te dice lo que quieres oír y a la vez te da los mejores consejos que puede. Un diario que es capaz de decirte las verdades cuando las cree oportunas y no se las calla.
Aunque luego por los pasillos haga como si no existiese. O al menos, esa es mi impresión.
Y pensándolo mejor, me da igual si piensas en ella cuando estás conmigo. Porque no me cansaré de repetirte "piensa en ella, pero quédate conmigo" quién sabe si algún día se me presentará otra oportunidad. No creo. Supongo que él creerá que funcionamos como amigos y se dedicará a seguir pensando en ella.
Es patético , lo sé. Pero esque en definitiva yo soy patética.Porque él se preocupa, intenta no darme esperanzas, no hacerme pensar otras cosas, y yo no puedo sacarme de la cabeza frases y frases que sólo me hacen ponerme más rara y no ser capaz de ser como era antes con él.Porque sé que así no llego a ninguna parte.Absolutamente a ninguna.
Pero esque no puedo, ni quiero, soltar ese maldito lazo que además de mantenerme unida a él me mantiene unida al aire. Porque parece que cuando no está me vuelvo loca, y como él dice, siempre pasa algo cuando él no está. Y me encantaría poder explicárselo pero sé que se saldrá por la tangente y entonces volveré a estar perdida en el bosque. Volveré a comerme la cabeza por todo.
"¿Por qué te fuiste tan rápido? Aún seguía sintiendo tu abrazo cuando te fuiste. . ."
Primer día oficial de la tortura china.Preferiría que me metieran una rata hambrienta en el cerebro para así dejar de pensar.
Mi obsesión por el tema llega hasta tal punto que me quedé esperándole debajo de su portal 45 min empapada sin mover ni un músculo.
Fui la gata bajo la lluvia. . . Y ya lo ves, la vida es así. Tú te vas, y yo me quedo aquí. Volverás y ya no seré tuya, seré la gata bajo la lluvia.
Una canción preciosa, debo añadir. Preciosa como él solía llamarme. Y ahora es cuando me gustaría pensar It's all your fault, you called me beautiful, you turned me out and now I can't come back, I hold my breath, because you were perfect, but I'm running out of air and it's not fair... Y en realidad sé que sí es justo. Porque la que ha atentado desde un principio contra mi salud mental y mis comeduras de coco crónicas he sido yo. Yo y nadie más que yo.
Porque en todo lo que escribo o transcribo al blog, sólo se ve mi punto de vista. Nunca el nuestro ni el suyo. Siempre el mío.
De ahí que sepa que en realidad sólo soy una bruja arpía antipática que es imposible que le guste a nadie. Qué digo. Yo no quiero a nadie. Le quiero a él.
Supongo que aunque lo llegue a leer, nunca dirá nada al respecto. . .
Al fin y al cabo he sido y seré siempre para él una Inés de segunda. Aunque ella nunca le haya hecho caso. . .Ella nunca sabrá lo que es llegar a tres metros sobre el cielo, porque nunca le ha dado una oportunidad. . .
Hay cosas que no se pueden volver a repetir, porque se abrirían heridas, volvería a sentir como mi corazón me pide a gritos que deje de recordar cosas que ya se han vivido.
Cosas que han quedado en el pasado. . .
Cosas que han quedado en el pasado. . .
Cosas que por mucho que te esfuerces en revivir, es imposible, porque ni la otra parte quiere, ni tú tienes fuerzas para aguantar por los dos. . .
Una vez más y te olvido, una vez más mi amor. . .