Ya no pienso esperarte más.
-Buenos días señorita, ¿desea algo?-Si, que mis sueños se cumplan.
-Ya, como todo el mundo, pero yo no soy el genio de la lámpara sabe?
-¿A no? Le encuentro un dulce parecido…Cojo mi bolso de Prada nuevo y me voy.
Esta lloviendo y no tengo paraguas, noto como la lluvia cae sobre mi pelo recién lavado. Mierda-pienso, me le tendré que volver a lavar. Paso por encima de un charco, me mojo los pies ya que llevo bailarinas, verdes por cierto, como su color preferido.
Debería dejar de pensar en el, en realidad no es bueno que pase las 24 horas del día haciéndolo, pero para ello debería buscarme otro entretenimiento…
Llego a casa y veo que hay un mensaje en el contestador, doy al botón mientras me quito la ropa en mi cuarto.
Oh no, es el de nuevo, pidiéndome perdón y rogándome que le coja el teléfono, en realidad es divertido ver como ahora es el, el que se arrodilla ante mi.
Pienso en aquellas frías tardes de invierno, o en aquellas calurosas mañanas de verano, pero de que me sirve recordarlas si al final, ya me canse y no pienso volver a caer en la tentación. ¡QUE LE DEN PUERTA!