Que sepas que no lo olvidare.
Querido Ben.Aun recuerdo la primera vez que te vi. Llevaba un pañuelo en la cabeza, tú me miraste y me sonreíste, yo aparte la mirada haciéndome la interesante y hablando a mis amigas sobre aquel chico tan descarado.
Paso el tiempo mirando aquellas fotos en blanco y negro y pensando en lo bien que me lo pase aquella noche….
-Hola, soy Ben Bugle.
-Hola, no me importa quien seas. Mis amigas me miraron y rieron a la vez.
-Eh pensado que podríamos bailar.
-¿De verdad?, pues pensaste mal.
-¿piensas pasártelo aquí mejor, de pie y hablando sobre chicos y cosas entupidas?
-¿Sabias que eres un arrogante y un maleducado?
-Si, como quieras. Me agarro del brazo con suavidad y me llevo a la pista a pocos metros de donde estaba. No me dio tiempo a soltarme cuando me agarro la cintura y sus dedos de la mano se entrelazaron con los míos.
-Aun no me has dicho tu nombre.
-Me llamo Claire Jonshon
- ¿Jonshon? Vaya apellido más raro.
-Mi padre es de Inglaterra.
-Oh, claro.
Ese mismo día creo que fue cuando me empecé a sentir algo por ti.
Pase la mayor parte del verano a tu lado, riendo y aprendiendo a hacer locuras y divertirme como nunca antes lo había echo. A llegar tarde, a ser castigada, a salir a todas horas…al fin y al cabo era verano…
-Ven aquí, te voy a enseñar algo. Me pusiste mi pañuelo rojo en mis ojos para que estos no pudieran ver.
Era un lugar maravilloso, ¿sabes de que te hablo verdad? Si, estoy segura que lo sabes, nuestro escondite secreto, en el que pasamos muchas de nuestras horas juntos, abrazados, besándonos y hasta discutiendo.
-¡Ben, Ben!, no dejaba de gritar mientras mi rostro se empapaba a causa de mis lagrimas.
- Claire, ¿Qué es lo que te pasa?
Me abrazaste pegando mi cara en tu pecho, me distes un beso en mi cabeza, y me fuiste soltando poco a poco secándome la lagrimas de mis ojos.
Si no recuerdo mal, ese fue el peor día de todo el verano. Te conté que tenía que volver a Inglaterra, donde vivía. Tú no te alterases, y me dijiste que no me preocuparía, que habría cartas para comunicarnos todos los días y hasta teléfono para llamarnos. Se que te sentías mal, y te agradezco que no me lo hicieras notar.
-Ahora ya han pasado treinta y cinco años y te escribo esto para comunicarte que fue el mejor verano de mi vida gracias a ti.
Por ese maravilloso verano juntos.
21 de Junio del 2009
Claire Jonshon.