El agua apaga el fuego,
y al ardor los años,
amor se llama el juego
en el que un par de ciegos
juegan a hacerse daño
y cada vez peor
y cada vez mas rotos
y cada vez más tu
y cada vez más yo
sin rastros de
amor se llama el juego
en el que un par de ciegos
juegan a hacerse daño
y cada vez peor
y cada vez mas rotos
y cada vez más tu
y cada vez más yo
sin rastros de
nosotros(...)
El fin ha llegado...
Él nos ha olvidado . . .
Él nos ha olvidado . . .