Aunque de pequeños nos decían que éramos brillantes, que teníamos la vida por delante, que debíamos esforzarnos y estudiar. Y hemos sacado las mejores notas, y podemos citar a Heidegger y a Foucault y para qué. No tenemos nada que crear. Sólo podemos esperar seguir emborrachándonos de vez en cuando. Y eso es lo que ella cree, y por eso le daban igual tus miradas lánguidas, tu deseo desesperado de proteger a la niña que tú creías que era.
Lucía Etxebarria.